lunes, 24 de agosto de 2009

Pasado no tan pisado.

Allá por mi adolescencia, viví un amor apasionante que me enseñó muchísimo, y me lastimó otro tanto. Otro tanto demasiado, diría. Pero es extraño, por que también fui inmensamente feliz, y me llevó 7 años arrancar el sentimiento de “Quiero volver”.
Supongo que cuando arraigas un sueño, una ilusión, demasiado dentro del pecho es misión casi-imposible quitarla.
La cuestión es que después de la separación tuve otras parejas pero una y otra vez volvíamos a encontrarnos en algún lugar, por casualidad o por coincidencia, vaya a saber, no importa. Pero terminábamos pasando juntos un momento. Y cada uno de esos momentos eran intensos e inolvidables. Incluso cuando los recuerdo aún se me pone la piel de gallina.
Hace 8 meses decidí cerrar esa puerta y volver a empezar, darme la oportunidad de amar de verdad y de entregar mi corazón otra vez. De hacer mi castillo de arena y renovar la fe…
Ahora lo cruzo… a ese viejo amor todos los días, viajamos juntos, charlando de cualquier cosa, y cuando me mira a los ojos todavía veo el deseo, todavía puedo saber lo que piensa y lo que siente. Todavía sé que hay algo entre nosotros además del aire.
Trato de evitar pensar en el pasado que nos unía y convertir la relación en una amistad.
Cuando tengo frente a mi a mi actual novio, lo miro, y lo vuelvo a mirar. No se merece de ninguna manera que le falte el respeto. Y no pienso hacerlo. Pero incluso sin hacer nada, de algún modo, me siento culpable.
En fin, pequeña catarsis para este blog que se suponía, ser de humor.
Discupen.


Por cierto. No pienso hablar del tema con mi terapeuta. Me va a Fundir.

0 enlolados dicen...: